Sobre la aprobación al vapor de la Ley de Ingresos y del Presupuesto.
18 Noviembre 2009
La constitución federal y las leyes secundarias establecen las normas que facultan al estado para recaudar y para gastar.
Así cada año se aprueba una ley de ingresos, que contempla cuales serán las fuentes de financiamiento ordinario y extraordinario, procedentes de: impuestos, productos, aprovechamientos y empréstitos. Y también un presupuesto de egresos, donde se asignan las partidas que se van a aplicar durante ese año a los distintos sectores la administración, como sea: educación, salud servicios seguridad justicia, asistencia social etcétera. Como el gasto difiere cada año, cada año se modifican las variables económicas, pues entonces es entendible que también en el mismo sentido sufran variaciones tanto como la ley de ingresos como el presupuesto de egresos. Entonces, Cómo es posible que el congreso de la unión que inicia su periodo de sesiones el Primero de Septiembre y que sabe que cada año tiene que hacer LO MISMO, y que tiene prácticamente tres meses para aprobar estas dos leyes fundamentales, puesto que a partir del primero de Enero de cada año entran en vigor ¿Por qué se desperdicia tanto tiempo inútilmente? y a los Tres cuarto para las doce, se andan quejando que sesionan hasta altas horas de la madrugada, con el objeto de aprobar el presupuesto cuando contaron con todo el tiempo, con todo el espacio suficiente para hacer un análisis completo con las reflexiones pertinentes y adecuadas para la aprobación de estas leyes.
Las cosas que se de prisa usualmente no salen bien, aprobar presupuestos de egresos y leyes de ingresos al vapor con rapidez, lleva a la imperfección de las leyes, este es el fruto de la ausencia de una reflexión, de un debate sano, que permite cumplir o que permita cumplir con las máximas de equidad y de proporcionalidad que en materia de ingresos, así como al respecto al correcto destino de las contribuciones se establece en la ley.
La causa real la vamos a encontrar, no en la dificultad propia que encierra el trabajo legislativo; se encuentra en la displicencia de los señores legisladores, las imágenes que cotidianamente transmite el canal del congreso, nos muestra un panorama triste y vergonzoso; las curules y los escaños semi-vacíos nos muestran el desinterés, la apatía por el trabajo de los miembros del congreso, de los realmente pocos que se encuentran presentes en las sesiones, es triste ver que cuando un senador o cuando un diputado hacen uso de la tribuna parlamentaria, prácticamente nadie les pone la menor atención, mientras la voz del "representante popular" retumba en el recinto; los corrillos, las carcajadas, las conversaciones por celular, los chistes y el desprecio absoluto por lo que dice, muestra en vergonzosa magnitud; ya no la irresponsabilidad, si no su nula educación, que exige por lo menos la atención a quien esta hablando.
La irresponsabilidad en el manejo de trabajo la ausencia reiterada de sus labores parlamentarios: esas son las verdaderas causas de que salgan con tantos "domingos siete" legales. Que luego exigen enmiendas y misceláneas, leyes reglamentarias que intentan clarificar lo que de inicio se encuentra oculto.
Es la muestra indefectible de que vivimos en un país desordenado, en donde ni siquiera al presidente (sic) se le hace caso, este anunció que desaparecerían tres secretarias de estado dizque para disminuir el presupuesto y hacer mas eficiente la aplicación del gasto público. En el presupuesto de egresos No se contempla tal desaparición, Calderón dijo que no estaba permitido que algún funcionario recibiera mayor sueldo que el de la propia presidencia; los señores ministros de la corte ganan más del doble: casi medio millón de pesos cada mes se echan a la bolsa.
La culpa no la tienen ni la baja del petróleo, ni el boquete económico, ni la crisis norteamericana, la culpa es de quienes no quieren cumplir con su trabajo, de quienes quieren vivir del presupuesto, y más culpa de nosotros que incautos cada elección volvemos a confiar en sus promesas.
El día de hoy el periódico universal publica una nota muy interesante que dice que los mexicanos están tristes, no creen en la política ni en los políticos y menos en el modelo económico.
Dicen analistas políticos y económicos -en una suerte de diagnostico medico sobre el desanimo nacional- que en nuestro país agoniza que sus ciudadanos padecen un cuadro agudo de desencanto, de enojo, de apatía, de desconfianza, y de desesperanza, esto dice el universal.
La culpa -como dice el refrán- "No la tiene el indio sino el que lo hace compadre", como dicen las labores de campo: "ni modo -decia el labriego- ¿Que quiere que haga si con estos bueyes me toco arar?". La replica del refran ya me la se, la dijo hace muchos años en una arenga popular, el virrey marques de la croix (flamenco que estuvo en la nueva españa hacia los años 1766-1770 y entrego el poder a Antonio María de Bucareli):
"Callad bellacos que vosotros nacisteis para callar y obedecer".
Pero la pregunta, es la misma que hizo ciseron a Catilina:
"Quousque tandem, Catilina"...